Ecografía Urológica

ecografía urológica

La ecografía urológica tiene una gran utilidad para los especialistas, siendo un elemento básico en cualquier exploración de urología que se realice en todo paciente. El motivo es que, al hacerte la ecografía en nuestro centro, podemos diagnosticar problemas en distintas zonas como:

  • Riñones: a nivel renal permite descartar la presencia de patologías como quistes simples, tumores sólidos y cálculos. También es posible detectar la dilatación de la vía urinaria o hidronefrosis, que se produce cuando un cuerpo extraño obstruye el uréter, impidiendo la salida de la orina del riñón.
  • Vejiga: las paredes de la vejiga se ven mejor si está llena, por eso se recomienda beber agua antes de hacer la prueba. Gracias a la ecografía se puede saber el grosor de la pared la presencia de divertículos, o la existencia de tumores vesicales. También podemos encontrar piedras libres en la vejiga, que a veces pueden ser de gran tamaño.
  • Próstata: la ecografía también permite la valoración de la próstata al darnos una idea de su tamaño y de su forma, pero no nos ayuda a descartar un cáncer de próstata. La ecografía estima el tamaño con menos error y define con más precisión posibles áreas sospechosas de cáncer, pero no se realiza rutinariamente si no es para guiar una biopsia prostática.
  • Medición del residuo postmiccional: la valoración renal y vésico-prostática se hace con la vejiga llena, y después se le hace orinar al paciente. A continuación, se repite la ecografía para medir la orina residual que queda en la vejiga después de la micción. Si este RPM es de más de 50-100 cc es anormal, e indica un mal vaciado de la vejiga por obstrucción prostática o uretral, o por debilidad en la contracción vesical. Pero también puede ser debido a la sobredistensión de la vejiga para la realización de la ecografía si el paciente ha tenido que esperar mucho para que llegara su turno y sus ganas de orinar eran excesivas. Si se sospecha sobredistensión, hay que repetir la prueba evitando el exceso de llenado vesical. La presencia de RPM abundante puede ser fuente de infecciones, cálculos, retención aguda de orina, e incluso insuficiencia renal. Por eso los urólogos damos mucha importancia a que la cuantificación del RPM se incluya siempre en la ecografía urológica.

En qué consiste una ecografía urológica

La ecografía urológica (renal, vesical y prostática) es una prueba diagnóstica utilizada por los urólogos de forma rutinaria en casi todos los pacientes que van a la consulta. Se utiliza habitualmente para la valoración del riñón, vejiga, próstata, testículo y pene.

Respecto a la ecografía urológica, no se requiere una preparación específica previa. Es útil para calcular el tamaño y crecimiento renales. También es útil en la selección de pacientes con insuficiencia renal. Por ejemplo, los riñones poco ecogénicos sugieren enfermedad (médica) del parénquima renal, mientras que un sistema pielocalicial dilatado indica un causa obstructiva, y potencialmente reversible, de insuficiencia renal. Se usa habitualmente para valorar la existencia de piedras en el riñón; para la valoración de la hematuria (sangre en la orina).

Además la ecografía urológica es útil para detectar masas renales (cáncer renal) y proporciona un método eficaz de distinguir quistes corticales benignos de lesiones corticales sólidas potencialmente malignas. Este tipo de ecografía puede utilizarse incluso para la vigilancia de quistes ligeramente complicados detectados mediante TAC; por ejemplo quistes hiperdensos o quistes con tabiques finos; motivo frecuente de consulta en el urólogo.

La ecografía de la vejiga y uréteres debe realizarse con vejiga llena de orina. La vejiga distendida facilita la identificación de los uréteres dilatados. Normalmente incluye la valoración del volumen y el grosor de la pared vesical y la detección de cálculos o piedras en vejiga y tumores vesicales.

El grosor aumentado de una pared vesical puede indicar una vejiga de esfuerzo o una vejiga de lucha propia de una Hipertrofia de próstata de larga evolución.

Teóricamente, la ecografía vesical aprecia la importancia del residuo postmiccional. Si la ausencia de residuo tiene un valor indiscutible, la existencia de un residuo hay que valorarla en toda su dimensión porque puede conllevar a la toma de decisiones importantes para el paciente. Respecto a la ecografía de próstata (vía abdominal) la principal valoración que hacemos los urólogos es el tamaño global de la próstata, lo cual nos informa sobre posibles estados anómalos de hipertrofia o alteraciones anatómicas. Lo normal es que cuanto más años tenga el paciente más grande sea su próstata pero no siempre es así. También se necesita tener la vejiga llena de orina para poder medir bien la próstata. Las principales ventajas de la ecografía renal, vesical y prostática son: la facilidad de uso, alta tolerancia por el paciente, no invasiva, ausencia de radiación, rapidez de ejecución y la importante información aportada al urólogo de un rápido vistazo. No se precisa de un especialista en radiología para su realización. Entre las desventajas de la ecografía urológica está el limitado campo de visión, las características anatómicas de cada paciente que pueden influir en la calidad de imagen y su dependencia de la capacidad del operador (formación de quién la realiza). Hoy por hoy es una prueba relativamente sencilla que nos puede resultar de mucha ayuda en el diagnóstico de muchas patologías. Además confiar en Radiewcare nos garantiza estar en manos de profesionales y realizarnos las pruebas sin listas de espera.